La Sierra de las Animas posee una altura de 502 metros y consiste en un conjunto de relieves de prestancia singular que encierran una historia teñida de leyenda.
La sierra esta constituida por numerosos bloques pétreos de edad precámbricas sobreelevados diferencialmente. Se dispone en un hemiciclo que protege la ciudad desde el sur. La leyenda dice que lleva ese nombre por «las ánimas en pena «, refiriéndose a los espíritus de los muertos que en vida padecieron injusticias y que vagan por los campos hasta tantos los vivos no logren conjurar el hechizo que los hizo temibles. Estos espíritus aparecían como «luces malas» o «fuegos fatuos».
Se cuenta por ahí que en la Sierra de las Animas alguien vio en ciertas noches, luces blancas, amarillas y rojas como danzando de piedra en piedra. Cerca de la máxima altura, sobre la vertiente sur, está la cueva de las Animas, también hay largas pircas y ruinas de las viviendas temporarias de arriesgados vaqueros del siglo XVIII, otras fueron construidas por antiguos canteristas del lugar. Esta es una sierra para pasar el día y descubrir en sus entrañas, todas las historias y escondites que posee.